Recesión: ¿Consecuencias de una errónea Reforma Fiscal?

 
La soberbia no puede llegar a tal grado. Ya no es solo un sector quien señala, la mayoría de los mexicanos sienten los efectos recesivos en la economía debido a la nefasta Reforma Fiscal que entró en vigor este año.
Como bien apunta Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dicha reforma ha desincentivado la inversión de las empresas, ha propiciado la disminución del ingreso personal y ha ocasionado la elevación de precios, “por lo que es necesario realizar cambios”. Candiani apunta directo: hay que hacerle modificaciones que vayan en el sentido de promover la inversión y el empleo, porque de lo contrario se tendrá un crecimiento económico muy por debajo de las expectativas.
Y dijéramos, este señor solo cuida los intereses de su sector, pero, millones de ciudadanos, hemos visto cómo, debido a la legislación fiscal, se inició con una escalada de precios prácticamente generalizados: gravámenes a los alimentos con alto contenido calórico, bebidas azucaradas y alimentos para mascotas, así como la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la frontera, el aumento del porcentaje de impuestos a personas físicas, la eliminación de deducciones, en fin, la lista es larga, muy larga. Y ojalá fuera solo eso. Falta el alza a la gasolina que provoca también una bola de nieve en los precios.
Y ¿qué dice el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF)? Que aunque hay indicios de un mayor dinamismo económico en el segundo semestre, no podrá alcanzarse el crecimiento de 3.9% previsto originalmente para el cierre de 2014. El presidente nacional del organismo, Daniel Calleja Pinedo, da pistas: asegura que es muy probable que la Secretaría de Hacienda deba ajustar a la baja su muy optimista pronóstico de crecimiento pues la economía se encuentra “sin dinamismo”. Calleja concluye que el comportamiento que ha registrado la economía en los primeros meses del año es “insuficiente” para crear los empleos que requiere el país a fin de atender la demanda del mercado de trabajo.
Los análisis coinciden: Luis Foncerrada, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) lo ha sintetizado con manzanas: “Es claro que la política fiscal instrumentada no tiene nada de anticíclica. De serlo, habría tenido como prioridad reducir la carga fiscal para estimular el consumo mediante un aumento del ingreso de las familias”. Daniel Calleja, Luis Foncerrada y Gutiérrez Candiani digamos que son las voces representativas de muchos millones que no tienen voz. Apuntan sobre un tema que a todos afecta y es que la tan nombrada reforma fiscal que hoy nos rige, no puede estar cerrada a la evaluación ni a los cambios que deban proceder dado que sí existen efectos que contraen el consumo interno, la inversión productiva, el empleo y el crecimiento. O sea, en palabras de nosotros comunes mortales: la Reforma Fiscal nos está llevando directo a la recesión económica y la soberbia para reconocer equivocaciones, no puede ni debe prevalecer…

Yvette Hesse E.

Dir. Gral.

Grupo Editorial Kankún