Internet cambió a la televisión

México es una joya para Netflix, no sólo porque concentra cerca del 70 por ciento de los usuarios del servicio de video sobre demanda, sino porque los 1.4 millones de suscriptores que tiene en el país representan más de la mitad de sus clientes en América Latina.

En Estados Unidos, Netflix representa casi el tercio de todo el tráfico de internet.

Creando una de las series más exitosas y originales (House of Cards), Netflix se ha ganado nuestros corazones. Con su rápida expansión en los hogares, Netflix capitalizó el éxito del DVD integrando el potencial de internet y el comercio electrónico.
Esta revolucionaria forma de consumir medios, series, películas, documentales, entre otros, se la debemos a Reed Hastings y Marc Randloph. La idea surge después de que Hastings tuvo que pagar $40 dólares en multas a Blockbuster por no regresar la película Apollo 13 en el tiempo límite y se preguntó ¿cómo los aficionados del cine podrían disfrutar de películas alquiladas en su tiempo libre sin necesidad de pagar cuotas extras? Gracias a esta necesidad insatisfecha en el mercado, el 14 de abril de 1998 Netflix se puso en línea.
Al comienzo contaban con 30 empleados y 925 películas, ofrecía rentar los títulos individuales y los entregaba por correo. Las personas podían ver un catálogo y solicitar su película sin límite de tiempo para la entrega. La demanda incrementó pero al no tener un modelo de negocio robustecido, no se lograban consolidar los cargos por envíos haciendo la empresa insostenible.
Al poco tiempo incluyeron una página web, en la cual la persona hacia su suscripción, realizaba el pedido que incluían los gatos de envío y recibía los DVD con un sobre rojo, el cual se utilizaba para regresar los DVD´s. Esto le permitió a la empresa saber con anterioridad los pedidos y las rutas a realizar en la entrega y regreso de las películas.
En el año 2000, la piratería online ya representaba una amenaza, aún así, Blockbuster pasaba por momentos relativamente buenos. En ese entonces, le surgió la posibilidad de comprar una Startup llamada Netflix que vendía suscripciones online mensuales. Quién lo hubiera dicho: finalmente y por increíble que parezca hoy día, los altos mandos decidieron despreciar la oferta que rondaba unos 50 millones de dólares. Lo que sucedió con Blockbuster podría compararse con la tremenda historia de las cámaras y rollos fotográficos Kodak: no vislumbraron ni se adaptaron a los vorágines e inevitables cambios provocados por la tecnología.
En 2007 el mercado estaba cambiando y la todavía débil Netflix se enfrentaba a un problema: los clientes se inclinaban más por contenido en streaming (transmisión en tiempo real por internet). Así las cosas, combinaron el servicio postal con películas en streaming pero tuvieron que aumentar el precio y perdieron algunos suscriptores. Después de varios esfuerzos la empresa logró vigorizar su modelo de negocio y atrajo inversionistas que favorecieron la amplitud de opciones como documentales, películas independientes, etc.  El éxito fue tal que se convirtió en la mayor fuente de streaming dentro del horario triple A de Estados Unidos (9pm a medianoche).
Para 2010 inicia su proceso de internacionalización llegando a países como Canadá, México, Brasil y el resto de Latinoamérica. Hoy cuenta con más de 60 millones de suscriptores, con presencia en más de 40 países, un presupuesto estimado de 8.9 billones de dólares para futuras producciones originales lo que ha posicionado a Netflix como el líder mundial del entretenimiento online.
Paradojas del destino. Actualmente Netflix está valorada en 8,500 millones de dólares y Blockbuster llegó a la quiebra con una deuda aproximada de 1,460 millones de dólares. Hemos sido testigos de una película con carácter melodramático en la que una Startup que pudo ser adquirida, acaba echando del mercado a un gigante adormecido.
Lo que importa no es predecir el futuro, es probable que no te des cuenta qué va a cambiar en tu industria hasta que esté ocurriendo, pero lo que debemos resaltar es, cómo reaccionas ante estos cambios.
Netflix nació con la idea de mejorar un servicio que ya existía, aprendió de los errores de las empresas en la industria y ello es una excelente forma de reducir las posibilidades de fracaso. Supo satisfacer una necesidad, darle al usuario lo que quería y claro está que un cliente satisfecho es la mejor publicidad que puedes tener, quizá por ello, el crecimiento ha sido exponencial y las expectativas a mediano y largo plazo para esta empresa son muy positivas.