¿En qué se fijan los bancos para autorizar un crédito?

El crédito, según algunos economistas, es una especie de cambio que actúa en el tiempo en vez de actuar en el espacio. Puede ser definido como el cambio de una riqueza presente por una riqueza futura.

¿Te has fijado que en ocasiones a personas con buenos ingresos o con un buen historial crediticio les rechazan sus solicitudes de crédito? En esta ocasión compartiré con ustedes siete factores fundamentales que observan las instituciones financieras al momento de autorizar un crédito o un préstamo.

  • El monto de tus Ingresos

Las instituciones financieras no quieren tener clientes que generen cuentas incobrables, así que hay una relación directa entre el monto de tus ingresos y la línea de crédito que te ofrecen. Ahora bien, los ingresos deben demostrarse a través de documentos oficiales como recibos de nómina o declaraciones fiscales.¿Y qué pasa si en mi trabajo me dan parte de mi salario “por fuera”, es decir, en un sobre sin recibo alguno? Como no puede demostrarse, no sería considerado al momento de analizar tu solicitud.
2) Tu capacidad de pago
Las personas tenemos gastos fijos (agua, luz, colegiaturas) y compromisos financieros (hipotecas, créditos automotrices, tarjetas), por lo que sólo el ingreso no garantiza que tengas el dinero disponible para cubrir el nuevo crédito que solicitas. Para su cálculo las instituciones utilizan cuestionarios (la solicitud de crédito contiene un cuestionario), estudios estadísticos y demográficos (determinados por edad, dónde vives y cuántos dependientes económicos tienes entre otros), e información de tus compromisos financieros actuales.
3) El monto de las líneas de crédito que manejas actualmente
¿Qué le pasaría a una persona que en sus tarjetas y préstamos personales nunca ha superado los $15,000? Difícilmente le autorizarían de la noche a la mañana un incremento a $150 mil. Para casos de créditos hipotecarios o automotrices se da mucho más peso a la capacidad de pago y a la antigüedad de tus ingresos que al monto de tus líneas de crédito actuales.
4) El monto de tus operaciones
Este factor afecta específicamente a los límites de crédito de tarjetas bancarias y comerciales. Si eres totalero porque compras 100 pesos al mes y los pagas de forma oportuna, el aumento de las líneas de crédito será lento y muchas veces bajo solicitud del tarjetahabiente. Por tanto, entre mayor sea el total de cargos por compras o retiros de efectivo que manejes mensualmente, mayor será el ofrecimiento del incremento de tu límite de crédito o el ofrecimiento de nuevas tarjetas o préstamos.
5) La antigüedad de tus líneas de crédito
Las instituciones financieras se basan en estadísticas para determinar el riesgo que representa el prestarte dinero. Por tanto, entre mayor antigüedad tengas manejando financiamientos, tienen un mayor historial que refleja si eres un cliente cumplido o sueles incurrir en problemas de pago, y por ende tienes mayor probabilidad de que te ofrezcan líneas de crédito mayores.
6) Que estés al día en tus adeudos
Hace poco conocí el caso de una persona a quien no le otorgaban un crédito automotriz porque tenía atraso de una mensualidad en una tarjeta de crédito de una casa comercial, cuando todo estaba bien con sus demás tarjetas y por montos mucho mayores. Lo positivo es que se lo dijeron, de manera que sólo tuvo que cubrir la mensualidad vencida, demostrarlo con el recibo correspondiente a la financiera, y le autorizaron su crédito. Pero no es común que te digan el motivo por el cual te rechazan el financiamiento, así que antes de llenar la solicitud, procura confirmar que estés al día en tus compromisos actuales.
7) El Buró de Crédito, la clave para autorizar un crédito
¿Y cómo sabe el banco todo lo anterior? Por tres caminos principalmente: La información que brindas al llenar tu solicitud junto con los documentos que lo comprueban (como recibos de nómina); sus propios registros (cuando eres su cliente): los reportes del Buró de crédito, el cual concentra tu información no sólo de créditos bancarios, sino de de comerciales incluidas tiendas departamentales, planes de celulares o televisiones de paga.