El mal hábito de las excusas

23% de los empleados admiten llegar tarde por lo menos una vez al mes, y el 15% admiten llegar tarde por lo menos una vez a la semana.

Los pretextos nunca faltan ni sobran; desde niños aprendemos a inventarlos. Van desde “no hice mi tarea porque…” hasta “llegué tarde a la junta debido a que…” “no no puedo ir porque”. Las excusas son una forma “sutil” de evadir responsabilidades o no querer afrontar realidades.
Las excusas son la razón fundamental de la inacción, confiamos en ellas para evitar los riesgos, para explicar el fracaso, para resistirnos a los cambios. La excusa es una forma de decir “no es culpa mía”.
Es normal que de vez en cuando usemos excusas, sin embargo se vuelve un mal hábito cuando ponemos excusas para todo, incluso para crecer como personas. Lo único que logran las excusas es que los individuos se queden estancados, se auto saboteen e incluso que hagan de ellas un estilo de vida.
La inteligencia no es una defensa contra las excusas. De hecho las personas más brillantes utilizan las mejores excusas ya que suelen tener más imaginación para buscar excusas que les sirvan para seguir con alguna conducta específica.
Para las personas que suelen utilizar todo tipo de excusas, se les hacer difícil abandonar los cómodos pretextos que usan. Cuando no quieren salir, intentarán miles de razones por las cuales no puedan salir. Generalmente la flojera y las mentiras van de la mano con las excusas.
Las excusas te detienen, no te dejan avanzar, sin darte cuenta comienzas a justificarte, y de excusa en excusa te estancas en el mismo lugar todo el tiempo.
Algunas situaciones en las que usamos las excusas:
Los pensamientos erróneos y las malas decisiones.
La falta de tiempo.
El conformismo y la comodidad.
El miedo a correr el riesgo.
Todas las excusas buscan justificar los errores que se cometieron. Las personas temen ser señaladas o criticadas, por eso muchas veces es más fácil poner un sinfín de pretextos para explicar alguna situación, un fracaso, tropiezo o simplemente para cumplir con nuestra palabra.Pretextos1
Muchos han perdido el sentido de su vida e incluso han dejado de luchar por sus sueños al hacer de las excusas sus mejores aliadas, ya sea que lo hagan consciente o inconscientemente.
Las personas usan las excusas como salvavidas para salir de cualquier tipo de situación. Incluso hasta para enviar un correo o mensaje, la gente utiliza las excusas.
El mejor medicamento para atacar este mal consiste en dejar de usarlo y asumir la responsabilidad de cada una de tus acciones y de sus resultados.
Como evitar las excusas
Ser honesto
Las excusas son una forma de mentira, cuánto más las utilices más parte de tu vida serán. Para comenzar a eliminarlas es necesario empezar a ser honesto todo el tiempo; es decir, que lo mejor es siempre decir la verdad sin pensar en cómo la otra persona puede reaccionar.
Hacer lo que te gusta
Lo recomendable es dedicar gran parte de tu tiempo y tu talento a realizar aquellas actividades que te resultan importantes y significativas. Para lograrlo, la clave está en comenzar a decir que no ante aquellas cosas que no te gustan ni te entusiasman. Antes de aceptar cualquier actividad cuestiónate qué tan importante es o qué tanto te gusta.
Fijar metas realistas
Cuando las metas establecidas son demasiado amplias existe una alta probabilidad de que no logremos alcanzarlas, por lo que inmediatamente aparecen las frustraciones y por detrás las excusas para cubrir nuestro fracaso. Para no caer en esta trampa, debes fijar objetivos fáciles y realistas que te obligues a alcanzar.
Dejar de postergar tareas
Otra instancia en la que aparecen excusas es cuando comenzamos a postergar determinada tarea con la cual debemos cumplir. Para evitar esta situación, basta con realizar dicha tarea en el momento en que debemos hacerlo.
Estado de ánimo positivo
Un estado de ánimo negativo nos hace más propensos a poner excusas en las diferentes situaciones que debemos enfrentar. Sin embargo, una mente positiva nos permitirá estar más dispuestos a asumir todas nuestras actividades de buena manera. Por eso, a diario debes esforzarte por mantener una actitud positiva y sonreír.
Ser amable contigo mismo
Otra de las formas en las que se presentan las excusas es mediante la duda. En ocasiones cuando nos encontramos frente a un nuevo desafío solemos pensar que no seremos capaces o que no estamos preparados, pero debes tener claro que esto también son excusas. El secreto está en ser amable contigo mismo e intentar mantener una actitud positiva.
No es agradable tratar con aquéllos que lo justifican todo en lugar de asumir sus responsabilidades, pero es necesario entender que existe un problema de raíz que los impulsa a escudarse todo el tiempo y que dicha actitud surge de la falta de conformidad con la propia vida. Quien considera que su accionar no representa un error no siente la necesidad de dar explicaciones ni se irrita si alguien se las exige. Ojo. Con esto es una señal muy importante.
Las excusas alejan a al gente de ti, no dejes que los pretextos te hagan quedar mal con la gente. Has que la gente quiera estar contigo por ser una persona confiable, honesta, responsable y comprometida. Toma el control de tu vida y no adoptes una mala actitud que manche tu  reputación.
Si consideras que tienes problemas y siempre estas inventando excusas es tiempo que busques ayuda psicológica, ya que de no hacerlo, perderás respeto, amigos, familia o pareja.